1.5.09

330 días...

330 días... 330 días para volver a escuchar los cerrojos del sueño. 330 días para volver a fijarnos en el dintel de la puerta que se abre con una ilusión especial una vez al año en nuestras vidas... 330 días para volver a hacernos niños y recorrer la rampla de los recuerdos de nuestra infancia como si de la primera vez se tratara.

Serán 330 días en los que gozaremos de las Glorias de Nuestra Madre Bendita y hasta los Reyes le regalarán su nombre un caluroso mediano de agosto para recordarnos que es Madre de Dios y ascendió a los cielos llena de Pureza.

Pasarán 330 días en los que será necesario que vuelva a nacer en un portal para que despertemos a su mensaje un domíngo de primavera mirando al cielo y agradeciendo que esté despejado. Entonces, sólo entonces, nos echaremos a las calles de esta ciudad tan nuestra que nos permitimos la licencia de prestársela a Dios durante 7 días al año...

Sólo 330... no es nada... apenas el nacimiento de una nueva vida...