31.7.09

A los pies... en la prensa

Así aparecía A los pies de la Giralda en la revista MásPasión7 de Julio de 2009. Gracias a la redacción de El Correo por incluirlo en su suplemento cofrade.

Nunca está de más...

Nunca está de más repetir un fragmento como el siguiente. Para mi amiga Ana, quien en 24 horas ha visto la cara del terror muy de cerca. Y para todos aquellos que saben lo que es el dolor.

"Señor, que duermes y aceptas tu muerte, que nos enseñas a asumir el devenir de los días desde nuestra más alegre juventud. Cuántas tardes, Señor, de lecciones sabias sobre la vida, de aceptación de uno mismo y de mostrarnos la realidad día a día, desde la intimidad de tu emplazamiento en la capilla de la Real Fábrica de Tabacos. Cuántas lecciones magistrales de cariño, amor, solidaridad,… para combatir los duros golpes de la violencia, mientras nos enseñas a morir plácidamente con esa paz que invade todo lo que te rodea… Paz,… Paz,… ¡Ya está bien de manos duras en una tierra que creaste para que la disfrutáramos! ¡Basta ya de disparos por la espalda por aquellos que no son capaces de dar la cara y se esconden para matar! ¡Basta ya! ¡Aquí tenemos nuestras manos blancas para combatiros! Con lecciones como la tuya, Señor, lo hacemos desde la más absoluta convicción de cambio.

Para tus cinco llagas, cinco rosas
mientras esperas en tu cruz clavado,

tu cabeza sobre el torso has inclinado

y mana ya tu sangre primorosa.


Enséñanos, Señor, la Vida Hermosa

que da el Agua que mana en tu costado.

Yo pondré rosas en tus pies clavados

y aliviaré tus manos con mis rosas.


Enséñanos, Señor, el Sueño Helado,

el brillo de la Luz Resplandeciente

al recoger la sangre en tu costado


con un puñado de rosas suavemente,

y aprender de Ti, mi Cristo Amado,

Tu Lección y Cátedra de Buena Muerte.
"


16.7.09

Señora del Carmen

Llevas toda la vida en tu hornacina, aguardando el tiempo y sonriéndonos cada día con esa sonrisa sincera que marcan tus labios. Nadie vino a buscarte, y mucho menos a subirte a un paso y pasearte por la villa a pesar de ser tan marinera como el mar que baña tus orillas. Emanas dulzura cada instante, sin ser reclamada, sin pedirtela nadie, regalada como el mejor de los presentes, ofrecida como el Niño de tu seno que sujetas en tu mano. No te hace falta cetro porque a Quien sujetas es ya la Fuerza más Poderosa del mundo. Sólo un viejo escapulario pende de tu mano, ese que tantas y tantas veces han besado pidiendo tu protección. Ese que recoge las súplicas de quienes se acercan a tus plantas todos los días del año.


No te cambiaron las flores ni te hicieron novena. Te quedaste en tu hornacina, Carmen, para celebrar tu día. Hoy el mar es más tuyo que nunca, y por ende la tierra, indisolublemente unidos, como tu Hijo y Tú.


Es tu día, Carmen, y sólo espero poder acercarme otro día más a besar tu escapulario para que se lleve mis penas...