7.10.11

Felicidades....


Te escribo a pluma porque así es como las personas íntegras merecen recibir sus textos. Y yo, en mi vida me encontré a nadie más íntegro que tú. Ésta hubiera sido la hora de llamarte para felicitarte por tu santo. Pero, desgraciadamente, ni la fibra óptica llega al cielo para poder comunicarme contigo. Ojalá existiera alguna manera de contarnos cómo estamos tal y como hacíamos cuando estabas con nosotros. Qué manera de contagiarme alegría cada vez que hablábamos... Qué ganas de seguir adelante me infundías y con qué paciencia me escuchabas... Nos quedaban tantas cosas pendientes... La que más me habría gustado, sin duda, habría sido ir a ver salir Los Negritos contigo, como tenías por costumbre cada Jueves Santo, y pasarnos después por la calle Feria a ver a la Niña que llevaba tu nombre, Rosario. Pero quisiste marcharte tan pronto que no pudo ser como me hubiera gustado. De los momentos vividos no puedo estar más que agradecida por ser mi madre sevillana, por escuchar mis largas peroratas y comprender mi mentalidad juvenil. Por todo eso y más, pues no te olvido ni un momento, hubiera querido que hoy existiera un teléfono allí donde estás para decirte lo mucho que te quiero Charo. Felicidades en tu día. Un abrazo enorme y sincero.

Elena