Hoy, como un año más, no podré jurarte fidelidad eterna, a pesar de hacerlo cada día desde lo más escondido de mi dormitorio con una simple foto y un Ave María. No es un beso físico, sino algo más allá, algo que se escapa a los sentidos y produce una sensación de colmo indescriptible. Y es, además, porque me escuchas a pesar de la distancia metafísica y temporal que nos separa. Me basta mirarte en una estampa y traer a mis sentidos tu olor de canela y la candidez de tu piel para sentirme contigo y traspasar las murallas de la vida. Me basta recordar tu mirada románticamente dormilona para encomendarte las cuitas de los que quiero y saber que tomas nota y no los abandonas aunque ellos ni siquiera se hayan acercado a tus plantas para admirar tu belleza.
No podré besar esa imagen tuya de hace siglos, acuarela del tiempo que la vida se ha encargado de colorizar y matizar para que la imagen sea la de la verdadera Esperanza, la de la Vida Eterna...
Un beso, Madre, allende las tierras...
3 comentarios:
Dios te salve, reina madre y capitana, eres tu nuestra vida eres nuestra esperanza ......
Un abrazo canino.
La Canina seguirá cavilando .....
Amiga te puedo asegurar que ni la distancia más grande puede separarnos del amor de la Madre y tú estás siempre con Ella y te lo digo yo que vivo aún más perdida.
Besitos.
Fuerza, amor y Esperanza para ti mi niña guapa, mi amiga, la que siempre está cuando la necesito.
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