Viernes Santo por la mañana. Un grupo de chiquillos juguetea para desperezarse entre las farolas de enfrente de la cárcel del Pópulo. Y al fondo... al fondo, la única y verdadera Esperanza de los mortales...
Soleá, dame la mano
po lah rejah de la cárse
que tengo musho hermanoh
y no tengo ni pare ni mare...
po lah rejah de la cárse
que tengo musho hermanoh
y no tengo ni pare ni mare...
En la esquina, un jóven músico ve acercarse el palio con el compás adormecido al alba de la mañana entre la bruma del río y deja navegar su inspiración hasta encontrar unas notas que representen el momento que está presenciando...
3 comentarios:
Precioso texto y que decir de esta marcha, yo la calificaría como una de las mejores del selecto y reducido grupo de todo el repertorio cofrade.
Inmejorable regalo de Font de Anta a la Semana Santa.
Un saludaso.
Impresionante la marcha y la recreación del momento de su concepción que has hecho impresionante también.
Besos.
Publicar un comentario