Tenéis la suerte de alzar la vista y poder verla, La Giganta... Hernán Ruiz sabía lo que quería hacer cuando dijo "Fagamos una iglesia tal e tan grande que los que la vieren nos tomen por locos". Y sabía lo que decía porque Ella, coronada de azucenas y la palabra de los proverbios de Dios, se ha quedado con el alma de aquellos que la vieron. Si miráis atentamente sus piedras, veréis llantos de plata, lágrimas de oro, y sudores de bronce de aquellos que estuvieron permanentemente a sus pies. Pero si acercáis vuestro oído, escucharéis las voces errantes de las almas que quisieron poseerla y sólo pudieron quedarse en sus alféizares.... Disfrutadla sevillanos, es vuestra, es guía, es veleta... Es la Torre de mi Vida. Por siempre jamás.
A Juanjo García...
16 de junio 2011
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