Stmo. Cristo de la Victoria (Serradilla, Cáceres)
Si Francisca te encargara
por capricho del Divino
no hubo manos más perfectas
para mostrar sacrificio,
abrazado a ese madero
que representa el suplicio
de un dolor desgarrador,
de un sí y un compromiso,
de triunfo verdadero
sobre el claro maleficio
de una sierpe que enrollada
a ese Hombre da castigo.
Bendita gubia, bendita,
bendito también Domingo
que en sabiendo que arriesgaba
y que en la Corte quedaba
hermoso y triunfal te hizo,
que aunque sangrantes tus llagas
dolor que te machacaba
Dios se retrató a Sí mismo
celebrando su triunfo,
desafiando al maligno
pisando la calavera
reafirmándose Santísimo.
Ocho letras como soles,
ocho que son destino
de la gente que suplica
Victoria, Tú, Santo Cristo.
Si Francisca te encargara
por capricho del Divino
no hubo manos más perfectas
para mostrar sacrificio,
abrazado a ese madero
que representa el suplicio
de un dolor desgarrador,
de un sí y un compromiso,
de triunfo verdadero
sobre el claro maleficio
de una sierpe que enrollada
a ese Hombre da castigo.
Bendita gubia, bendita,
bendito también Domingo
que en sabiendo que arriesgaba
y que en la Corte quedaba
hermoso y triunfal te hizo,
que aunque sangrantes tus llagas
dolor que te machacaba
Dios se retrató a Sí mismo
celebrando su triunfo,
desafiando al maligno
pisando la calavera
reafirmándose Santísimo.
Ocho letras como soles,
ocho que son destino
de la gente que suplica
Victoria, Tú, Santo Cristo.
1 comentario:
Precioso querida hermana, me ha encantado.
un besazo enorme.
Publicar un comentario