Hace tiempo que llevas rondándome la mente y baste que mis amigos te nombren para que cada día piense en dedicarte esta entrada. Así que para ellos va ese rostro tuyo que con sólo mirarlo apaciguas almas y corazones y llenas nuestras vidas de Esperanza. Gracias por otorgarme la ocasión de descubrirte en tu joyero. Espero volver pronto a mirar Tu reflejo para seguir adelante a pesar de que mi Vida está al otro lado del río, pero siempre contigo, María Santísima. Su rostro no necesita de más palabras.
2 comentarios:
Qué cosa más bonita, de foto y de palabras.
Podemos estar orgullosas de estar doblemente esperanzadas a un lado y otro del río.
Un besote Elena!
Que la Esperanza te guarde siempre bajo su manto sea cual sea su rostro mi niña, besos.
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