El otro paso, que es el de la Virgen, era de los más ricos que había en la ciudad pues, todo era de plata.
Ya mismamente lo recalcaba Bermejo, gran historiador de las Hermandades sevillanas tras la descripción del paso del Señor de la Sentencia, y es que el Palio de la Macarena, Abogada y Gracia de Sevilla, se ha convertido en fruto devocional a la Señora y se trata de uno de los símbolos más paradigmáticos de toda la Semana Mayor de Sevilla. Hoy se presenta como un sevillano más en el interior del Ayuntamiento, abrumado por la constante visita de curiosos y no tan curiosos, en su mayoría pertenecientes a esa Sevilla de la pandereta y el capirote, para contemplar lo que sin duda la propia historia del arte ha escrito en mayúsculas.
Esta obra de arte no es la primera vez que se presenta en público. A diario, preside el museo de la Hdad. de la Macarena, uno de los más visitados de la ciudad y custodiado por las murallas del barrio. Pero es que en la Macarena, el saber y el sabor toman metas desorbitadas. Sangre verde ha corrido continuamente por el barrio, un barrio lleno Historia y de historias, protagonizadas por gente humilde que pecaron de orgullo al proclamar la Belleza de la Esperanza. Y es que la Macarena da la Esperanza a Sevilla, y Sevilla le ofreció un joyero digno de veneración para repartirla cada Madrugada de Viernes Santo.
La Hdad. de la Macarena ha supuesto una evolución en el diseño del paso de palio. A principios del siglo XX, con un Juan Manuel Rodríguez Ojeda deseoso de reivindicar una nueva forma de entender el bordado, la Macarena estrenaba palios de una manera caótica. El palio decimonónico de Ojeda, fruto de una timidez del propio autor, vendría a sustituir al palio de plata ruolz ejecutado por los talleres Ysaura. Empeño, devoción y mucho trabajo fueron las claves principales para que la Hdad. de la Macarena revolucionara, con Ojeda como principal culpable, el concepto del paso de palio con el estreno del famoso palio “rojo”, el primer palio bordado en malla de oro que permitiría que los primeros rayos de luz de una madrugada agotadora, llegaran hasta el Rostro de la Señora.
La ejecución de un nuevo palio basado en el rojo por parte de Ojeda en 1930, la creación de nuevas bambalinas y enriquecimiento del conjunto doblemente realizadas por el taller Caro en la década de los cuarenta y posteriormente antes de la Coronación Canónica, sería el cenit de la evolución de un paso de palio basado en un clasicismo netamente sevillano. Se configuraría así como un canon dentro del esquema artístico de la Semana Santa, produciéndose una macarenización en muchas hermandades, no solo en Sevilla, sino en toda la región andaluza.
Y ya Sevilla entera pecó de orgullo, tanto por la Belleza de su Dolorosa, como por la majestuosidad de su palio. En 1947, bajo el mandato del Coronel Francisco Bohórquez Vecina, el palio salió fuera de Sevilla para presidir en Madrid la I Exposición Nacional de Artes Decorativas a instancias de la Secretaría de Educación Popular del Estado Español y conrepresentación de la ya fundada Hdad. Madrileña de la Macarena.
Un joyero de plata donde todos los orfebres ofrecieron su obra maestra como cortesía y devoción a la Esperanza. Diseñadores y maestros del oficio, y siempre de primer orden, ejecutaron piezas de gran valor histórico y artístico. Cayetano González, Seco Aguilar, Seco Velasco, Landa Carrasco, López-Fontan, Bautista Lozano, García Armenta, Fernández Gómez… entre otros muchos y dibujantes de gran prestigio como Rodríguez Ojeda, Gómez Millán, Joaquín Castilla han contribuido a esta obra. Todo ello complementado por la finura elegancia que le otorgaba “Ramitos” (y le siguen otorgando sus sucesores) con el clavel, flor sevillana por antonomasia.
Aún así, nada tiene sentido sin su Presencia, pero su valía artística prevalece en puro amor a Santa María de la Esperanza, y el trabajo de la Hdad. de la Macarena, en una Oración a la Señora de Sevilla.
4 comentarios:
Qué descripción tan perfecta del palio de la Señora, Elena.
Gran comentario acerca del Palio de la Esperanza del Arco, un palio maravilloso. Gracias pregonera.
Los méritos son de mi gran amigo Miguel Lozano, gran conocedor del palio de la Señora.
Abrazos para las dos.
E. Morillo
Un beso muy fuerte desde allende los mares
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